PIRÁMIDES DE TÚCUME
CARACTERÍSTICAS
Se ha estimado que se usaron 140 millones de
adobes en la construcción de la Huaca del Sol. Las pirámides no
fueron construidas en un solo momento, sino que sufrieron muchas modificaciones
y ampliaciones hasta tener los volúmenes actuales.
El arqueólogo norteamericano Moseley ha visto en
la Huaca del Sol el corte 8 etapas en las que se construyó el monumento. El
volumen de la pirámide (a lo largo, ancho y alto) era ampliado construyendo grandes
columnas de adobes adosadas unas a otras.
Las pirámides de Túcume son notables por su extraordinario tamaño: según estimaciones, más de 130 millones de ladrillos de adobe secados al sol fueron necesarios para construir la más grande de 450 m. de largo, 100 de ancho y 40 de altura.
Las pirámides de Túcume son notables por su extraordinario tamaño: según estimaciones, más de 130 millones de ladrillos de adobe secados al sol fueron necesarios para construir la más grande de 450 m. de largo, 100 de ancho y 40 de altura.
Las pirámides de Túcume son notables por su extraordinario tamaño: según estimaciones, más de 130 millones de ladrillos de adobe secados al sol fueron necesarios para construir la más grande de 450 m de largo, 100 de ancho y 40 de altura. A diferencia de las de Egipto, las pirámides de América del Sur y Central no poseían puntas, pero sí grandes plataformas donde se situaban los templos.
Según mitos y leyendas, cada peldaño
representaba una fase de desarrollo en la vida humana, la cual tenía que ser
disfrutada plena e integralmente. La subida era penosa y al llegar a la cima,
se lograba un espíritu elevado y la ceremonia en aquel tiempo era un
acontecimiento festivo en la vida de aquellos seres humanos.
PIRÁMIDE DEL SOL
La huaca del sol, vista desde la Huaca de la Luna separado por la extensa planicie ceremonial. Al fondo la extensa campiña y el río Moche.
La huaca del Sol delimita la zona de la
campiña. Las estimaciones más precisas sostienen que la Huaca del Sol tuvo más
de 55 mil metros cuadrados de área (345 x 160 metros) y treinta metros de
altura, y que en su construcción se usaron no menos de 140 millones de
ladrillos.
La zona fue el epicentro ceremonial de
la cultura Moche, que en pleno apogeo abarcó los actuales territorios de Piura,
Lambayeque, La Libertad y Ancash, hasta el puerto de Huarmey. Incluso, ahora se
sabe que el nombre de Huaca del Sol se debe a una errónea interpretación de los
cronistas españoles y que su verdadero nombre habría sido Capuxaida.
PIRÁMIDES DE CARAL
La ciudad más antigua de América se encontraba en el norte del Perú, en Caral, según las pruebas científicas, tiene una antigüedad promedio entre 2.627 y 2.100 antes de Cristo aproximadamente. Al mismo tiempo que Egipto florecía a orillas del Nilo, 5.000 años atrás, una cultura similar en complejidad empezaba a despuntar en Perú, donde los arqueólogos han encontrado los restos de la civilización más antigua de América.
El lugar de nacimiento de la civilización americana: Caral posee algunos de los mayores edificios encontrados en el valle de Supe, con plataformas en las que caben dos estadios de fútbol y construcciones de cinco plantas.
Se ha excavado hasta la fecha tres estructuras piramidales de diferente rango, extensión o tamaño y estamos excavando cuatro sectores residenciales, diferenciados por su ubicación, por su tamaño y la calidad del material constructivo.
En Caral se han encontrado "productos de
la sierra y de la selva", lo que demuestra que hubo un "intercambio
sostenido" a pesar de las dificultades para la comunicación en un
territorio como el área del norte centro atravesado por la Cordillera de Los
Andes.
PIRÁMIDES DE PARATOARI
Hacía la tarde del 30 de diciembre de 1975, las zonas del parque nacional del Manú era fotografiada por el satélite geoestacionario de la N.A.S.A. Landsat II , el cuál se encargaba de explorar los sectores selváticos de esta reserva del Perú.
Para sorpresa de los científicos una de sus fotografías denotaba la extraña presencia de unos puntos perfectamente simétricos que se extendían en un diámetro aproximado de 3 kilómetros en la cordillera del Pantiacolla (una de las últimas estribaciones andinas).
Estos puntos a los que bautizaron
"dots", parecían enseñar una geografía bastante diferente -a las
accidentadas zonas del Madre de Dios-, ya que se podía llegar a observar lo que
al parecer no correspondía a fallas naturales, si no a construcciones
increíblemente desarrolladas, y en un sector totalmente inexplorado.
Al principio la incertidumbre era presa de
todos los científicos por lo que decidieron utilizar el método del rayo
infrarrojo que lograba captar más que el ojo humano, y el misterio se elevaba
cada ves más ya que los dots aparecían de color blanco, demostrando
que había algo más indescriptible en esos parajes del bosque tropical.
De esta manera se hicieron análisis de todo
tipo tratando de llegar a una conclusión objetiva detrás de tan importante
descubrimiento, de esta forma decidieron enviar las fotos satelitales al
"Interamerican Geographic Institute" donde el ingeniero cartográfico A.T. Tizando recalcó
lo sorprendente de las estructuras y defendió la teoría de que no podían haber
sido creadas por la naturaleza, si no por el hombre.
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